Las etapa de la descomposicion de un cadaver se estima dependiendo del tiempo y condiciones climaticas o ambientales
Enfriamiento
También llamada en latín "algor mortis", la frialdad es algo característico del cuerpo del cadáver. Con la muerte desaparecen todos los procesos metabólicos que son los causantes del calor corporal. Desde el momento del óbito ese calor se va a radiar, disipar y transmitir al medio circundante a razón de 1 °C aproximadamente por hora, dependiendo de las circunstancias ambientales y de variables propias del fallecido (enfermedades, uso de antibióticos, intoxicaciones, etc). Esta pérdida de calor será importante más adelante en el cronotanatodiagnóstico.
Deshidratación
El fallecimiento rompe las barreras vitales que evitan la pérdida de agua, y enseguida empieza a evaporarse, en especial en aquellos lugares más expuestos como las mucosas, en la córnea y esclerótica, dando en ésta última una transparencia especial denominada signo de "Sommer-Larcher". Así mismo se pierde por el efecto de la deshidratación la turgencia de los tejidos y en especial del globo ocular.
Livideces
Por los antiguos denominadas «Livor mortis». Son unas coloraciones violáceas que aparecen en el cadáver en aquellas zonas más cercanas al lugar sobre el cual el cuerpo está echado. De tal forma que un cuerpo tumbado en decúbito prono (boca abajo), tendríamos las livideces en la zona ventral, si lo estuviera en decúbito supino (boca arriba) estarían en zonas dorsales, o si el sujeto ha fallecido por ahorcamiento estas livideces se ven en las partes más distales de las extremidades, en general siempre en aquellos lugares en los que la sangre se desplaza y acumula por el simple efecto de la gravedad.
Rigidez
Es el denominado "Rigor mortis", es un fenómeno que afecta a la musculatura del fallecido. La razón para ello es bioquímica y consiste en el hecho de que al morir el aporte energético desaparece de inmediato y el ATP (molécula que usamos a manera de combustible) desaparece y ello impide la relajación muscular, fase en la que es precisa dicha energía. Aparece entre las tres y seis horas del fallecimiento, aunque la articulación temporo-mandibular es más precoz (2 horas aproximadamente) y se alarga durante 24 horas, o hasta incluso 36 horas post-mortem, a partir de ese momento el cuerpo empieza a relajarse por efecto del comienzo de la putrefacción.
Putrefacción
Es el proceso por el cual los tejidos orgánicos empiezan a deshacerse, debido a la acción conjunta de las bacterias y microorganismos propios del cadáver, a los efectos del ambiente exterior y diversos insectos y/o depredadores que existen cercanos al cuerpo. El proceso es diferente según cada persona y sus condiciones (enfermedades, obesidad, peso, etc.) y según el ambiente en que permanece el cuerpo.
SAPONIFICACIÓN O ADIPOCIRA
La saponificación es un proceso de transformación del cadáver, que consiste en el cambio químico que presenta la grasa corporal al convertirse, por hidrólisis (alteración de una sustancia química por el agua), en un compuesto céreo similar al jabón. Se forma una coraza grasa, untuosa y viscosa en estado húmedo, pero que después de haberse secado al aire adquiere consistencia dura, granulosa, de color gris blanquecino. Es producto de la descomposición de cadáveres sumergidos en agua o sepultados en terreno húmedo.
La saponificación del cadáver tiene lugar desde el exterior al interior, rodeando el tronco y el esqueleto en las extremidades. La saponificación en la mayoría de las ocasiones suele ser parcial e irregular.
El proceso de saponificación comienza en las partes del cuerpo que contienen mayor cantidad de grasa, las primeras en transformarse en adipocira. Paulatinamente, va extendiéndose la sustancia grasa por el resto del cuerpo. En cambio, los órganos internos apenas sufren esta transformación, por lo que en ellos la putrefacción siguen su evolución.
Según algunos autores se requieren de 3 a 12 meses para la formación de adipocira, pero el proceso puede ocurrir en pocas semanas.
Condiciones para la saponificación
Desde el punto de vista ambiental, las condiciones que favorecen la saponificación son la humedad y el obstáculo al acceso de aire, mientras que, desde el punto de vista individual, lo esencial es la existencia de grasa en el cadáver.
En alguna ocasión ha posibilitado la identificación del cadáver y la determinación de la causa de la muerte, sobre todo en estrangulamientos, heridas por arma blanca o de fuego, etc.
Buenos dias GRACIAS POR EL MATERIAL DE APOYO QUE USTEDES ENVIARON, ME SIRVIO DE MUCHO.
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